[b][url="http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20120430/vizcaya/fallece-vecino-basauri-tras-20120430.html"]Fallece un vecino de Basauri tras caer al mar cuando pescaba en Mutriku[/url][/b]
Fernando G. A., de 31 años y vecino de Basauri, conocía bien Mutriku, donde tenía amigos. En numerosas ocasiones solía acudir a la localidad guipuzcoana a practicar una de sus aficiones favoritas, la pesca. «Su auténtica pasión», según sus conocidos. La fatalidad hizo que ayer perdiera la vida tras ser arrastrado por la corriente cuando una vez más, y en compañía de su novia, dedicaba sus horas de ocio a la pesca del chipirón en el puerto mutrikuarra. Fernando aparcó su furgoneta en Mollaberri. En compañía de su novia y de otra pareja amiga, cogió sus aparejos y se trasladó a Mollazahar, donde soltó el sedal. Hacia las dos de la madrugada, sus amigos abandonaron Mutriku para regresar a Basauri, pero el joven y su pareja decidieron apurar la noche de pesca. El azar quiso que uno de los anzuelos de su aparejo -un artilugio que los pescadores conservan con auténtica pasión- se enganchara en las rocas. El fallecido trató de liberarlo a pesar de la insistencia de su novia para que lo dejara y lo diera por perdido. Decidido a hacerse con la herramienta de pesca, se subió a una pequeña embarcación atracada en el puerto para dirigirse a liberar el aparejo desde el mar. Según informaron fuentes de la familia, durante el trayecto Fernando cayó del bote y, a pesar de tener la mar tranquila, fue arrastrado por la corriente. Otros pescadores que se encontraban en la zona, conscientes del peligro que corría el joven, ya muy nervioso, acudieron rápidamente en su auxilio en otra embarcación. A pesar de ser una zona de poca luz, consiguieron rescatar a Fernando y llevarlo hasta la rampa de la antigua piscina del puerto, en la que se encontraban ya varias dotaciones sanitarias y de la Ertzaintza que habían acudido al lugar. Sin embargo, todos los esfuerzos que llevaron a cabo para su reanimación resultaron baldíos. Pasadas las siete de la mañana, el juez de guardia permitió el levantamiento del cadáver del pescador, que fue conducido al Instituto de Medicina Legal de San Sebastián para practicarle la autopsia. [b]
[/b] El suceso pasó prácticamente desapercibido entre los mutrikuarras, dada la hora a la que ocurrió el accidente. Algunos testigos aseguraron ayer a este periódico que sobre las dos y media de la madrugada escucharon ruidos «que pensamos estaban originados por alguna cuadrilla». Media hora más tarde, fue cuando se dieron cuenta de la gravedad de lo ocurrido. Fernando G. A. regentaba el negocio de carpintería y ebanistería Fernando Gallego en la zona industrial de Artunduaga.