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Malas experiencias


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Hola a todos ,

Una vez presentado en este foro me gustaria abrir un post (sí­ no esta abierto ya ) sobre las malas experiencias pasadas abordo del barco, sobre todo navegando con mala mar, y soluciones tomadas ante la adversidad, que el que quiera nos cuente sus sustos y formas de capear situaciones comprometidas.

Creo que es un post muy interesante incluso más que saber pescar bien , ya que con las experiencias contadas de este tipo , se pude ayudar a otras personas a salir de una mala situacion.

salu22

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Ahí­ va una mala experiencia:

pescando una mañana al chambel con marejada me di cuenta que mi fuera borda estaba cada vez más hundido en el agua, !NO ME LO PUDE CREER!. ¿No era insumergible?.

Consejo práctico:

bomba de achique manual y automática si es posible.

Saludos. :barco::beer2::pescando:

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Hola caramel, a mi se me hundio una barco tambien, se le hicieron unas rajas en la fibra en la obra muerta de un palmo aproximadamente, afortunadamente fue en el amarre y no me paso navegando, a dia de hoy todabia me pregunto el porque, he comprado otro barco y con cada pantocazo se me ponen los huevos.... mira que si lo parto,....que te sucedio a ti.

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Hola Xilquerí­n y Black, os cuento:

eramos 4 pescando a chambel en la bañera. Habí­a mala mar, y no nos dimos cuenta que por los orificios autovaciantes y por la puerta del espejo de popa entraba agua hasta ver el motor casi en el agua y como esta nos mojaba los pies. Levantamos la tapa de la bañera y la sentina estaba inundada (cientos de litros de agua)

ACOJONE GENERAL :D No daba tiempo ni a coger los chalecos (guardados dentro de sus bolsas en los cajones de la cabina).

IDEA :D

Redistribuimos pesos: 2 se fueron a la proa, otro sujetaba la tapa (la bañera estaba llena de enredos de 4 tios pescando) y otro achicando agua con un cubo como un poseso :blink: tras varios relevos conseguimos estabilizar la situación, sacar el ancla y volver a puerto :ok:

La semana siguiente colocamos una magní­fica bomba de achique y hasta la fecha no nos ha hecho falta usarla. :untitled:

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  • 1 año despues...

1981 ,tenia una neumatica de 3.5 con un motor de 7.5 cv en la que casi siempre iba solo a hacer pesca submarina .

despues de aprobar el curso de buceo dos compañeros me dicen si podriamos ir a hacer una inmersion a un

sitio que les habian dicho y alli vamos los tres novatos a 25 metros de sonda que en valencia son 3.42 millas .

el mar bueno y la ida con viento de poniente rapida , al fondo y despues de 40 minutos para arriba , al llegar

arriba el poniente habia subido que ni pa que y la neumatica estaba lejos al norte asi que a nadar y perder tiempo

y el poniente cada vez mas fuerte menos mal que nadabamos hacia el norte, los dos arriba con todo el equipo pesado

y yo para abajo a sacar el rezon que no salia , pongo en marcha el motor y arranca a la primera y hacia la

playa cara al viento , las olas subian por la proa y caian dentro y a la segunda ola el agua estaba al nivel del espejo

de popa , segun entraban salian y la lancha no avanzaba , el motor a ras de agua .

guardamos bien lo suelto en las bolsas y las amarramos , me puse las gafas de bucear ya el agua me pegaba en la

cara y no veia nada y rezando para que el motor no se parara empece a navegar como un velero en zig zag cogiendo

la mar por las amuras y al final llegamos a las cuatro de la tarde.

uno de los compañeros se bajo con la cara blanca , yo estaba mas contento que unas castañuelas porque ma va la

marcha y por lo bien que se habia portado la neumatica y el otro me dice : que sitio mas cojonudo el sabado que viene

podriamos volver pero un poco mas temprano que hoy llego tarde a comer a casa de mi madre.

un saludo

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HUNDIMIENTO EL INVIERNO DE 1981

En una situación muy parecida la vuestra.

Un amigo, que casualmente era el que me había iniciado al submarinismo, se vino al estreno de mi pequeña lanchita GLASTRON V142 (de segunda mano) con un mercury fueraborda de 40HP que había comprado a plazos.

El vino con un amigo y yo traje otro. En total cuatro personas con cuatro bibotellas y cuatro equipos completos en una lanchita de 4 mts.

Fuímos al brut de Torredembarra. Al bajar el agua estaba tranquila, pero al acabar la inmersión estaba muy movida.

Subimos por la popa mientras las olas nos hacían cabecear de forma muy pronunciada.

Cuando la popa bajaba casi que se metía bajo el agua.

Nadie tuvo la prudencia de desplazarse a proa para compensar los pesos, y mucho menos yo que era un pardillo sin experiencia.

Fuí el último en subir, y al hacerlo el barco empopó alarmantemente. Para acabarlo de arreglar, mientras trepaba por la escalerilla de popa, en uno de los cabezazos, las cuatro bibotellas que llevábamos apoyadas, en vertical a los asientos de popa se cayeron más hacía popa, empotrándose en la pequeña sentina que hay justo tocando la parte interna del espejo de popa, que creo recordar es donde estaba la batería.

Acto seguido la popa se hundió en el agua y el mar entró en la lanchita en apenas unos segundos en forma de una ola imparable que no nos dió tiempo a nada.

La barca se hundío envidentemente por la popa, pero no llegó a desparacer, si no que emergío de nuevo elevada por una cámara de aire que quedó atrapada en la proa.

Una vez todos en el agua, aturdidos, viendo que no había nadie por los alrededores, que todos nadábamos muy bien y que la costa apenas estaba a media milla decidieron ganarla a nado.

Yo decidí quedarme agarrado a la barca, que dejaba escapar, en forma de un agudo silbido, un hilillo de de aire por un agujero que tenía en la proa, por lo que la barquita cada vez se hundía más.

Acababa de estrenar la barquita, y a pesar de ser usada tenía muchos meses de plazos por delante para pagarla y no estaba dispuesto a dejarla hundir.

Cuando al cabo de cinco horas consiguieron venir a rescatarme con un barco desde Tarragona, tenía el chaleco inflado a tope y con la mano derecha apuntando al fondo del mar tenía agarrada a mi lanchita recién estrenada por su cornamusa de proa, la cual intentaba con todas sus fuerzas tirar de mi hacía el fondo.

Gracias a mi chaleco pude aguntar hasta la llegada de ayuda.

Ataron una fuerte cabo a la lanchita, me izaron a bordo y arrastramos mi barquita hasta la costa, donde un gentío nos esperaba y nos ayudaron a sacarla del agua tirando entre todos de un cabo (Una barquita llena de agua, aunque solo tenga 4 mts pesa como un elefante).

Mis amigos, que perdieron sus equipos de inmersión, incluido el mío que me lo habían prestado (solo recuperaron una parte de los mismos) las pasaron canutas, pues no encontraban quien pudiera o quisiera venir en nuestra ayuda.

En un puertecito cercano, del que no voy a decir el nombre para evitarme problemas, a pesar de la insistencia de mis amigos se negaron a venir en mi ayuda por que la neumática del puerto estaba estropeada y no querían coger ninguna de las muchas barcas allí amarradas al no tener el permiso de sus dueños. Por mucho que mis amigos les insistieron en que era una causa de fuerza mayor, no les hicieron el menor caso y no tuvieron más remedio que parar un coche en la carretera que les llevó hasta Tarragona, y desde allí tuvo que salir un barco que fué el que, cinco horas después del naufragío, me recogió.

Otro día, cuando tenga tiempo, os explicaé más anectodas, la mayor parte fruto de la falta de experiencia o de barcos demasiado viejos y baratos, pues tengo un montón de desgracias que explicare que quizás puedan ser útils a los que ahora se incian.

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Hola compañeros,

un dia pescando en la escollera empezo a soplar el levante a lo bestia y una embarcacion que estaba cerca de la escollera empezo ha acercarse a las piedras peligrosamente, en la embarcacion estaban dos familias incluyendo un niño de unos tres años, estaban tomando el sol y de chachara y se despistaron hasta que hoyeron mis gritos por que habian enganchado mi linea y la de mi mujer (habia entrado a nado las lineas con lisa para la palomina), les veo que intentan poner el motor en marcha y no arrancaba, se vuelven los dos hombres hacia la popa para arrancar el fuera borda de reserva, las dos mujeres y el niño intentando ponerse el chaleco salvavidas al niño se les cae el chaleco al agua, el motor auxiliar que no arranca ni a tiros y la barca practicamente encima de las piedras, les veo que se dirigen a la proa para tirar el ancla pero por nerviosimo en vez de soltar el ancla lanzan un rezon en sentido contrario de la mar yendo este casi encima de las piedras, ya todos gritando encima de la barca, algo que de verdad ahora me pone los pelos de punta recordarlo pues el mar se puso muy mal en pocos minutos. la barca pega un castañazo sobre las primeras piedras que teniamos a nuestros pies y se habre un boquete, un compañero que estaba tambien en la escollera y yo bajamos en dos saltos con los ganchos de sacar los peces y enganchamos la barca de la varandilla pero nos levantaba en el aire el oleaje, el padre del niño lo saco por la borda para que mi mujer lo cogiera y ellos saltaron unos al agua y otros a las piedras, fue de verdad algo acojonante, estaban todos istericos y aunque no les paso nada creo que tardaran en subir a otro barco pues parece ser que el dueño de la embarcacion era su primera vez y los otros nunca habian subido a ninguna barca, la barca la sujetamos a las piedras y en diez minutos llego un remolcador y se la llevo.

Pues os cuento esto por que a mi esta experiencia si me ha ayudado y mucho, yo he tenido dos paradas de motor cerca de la costa y con la mar y el viento en contra mia y siempre he recordado que lo primero primerisimo antes de ver que le pasa al motor o de plantearse otras opciones es tirar el ancla, con la barca parada y segura la cabeza razona mejor.

Un saludo :barco:

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yiguiyigui con la mar mala y la costa a sotavento se ha de tomar mucho resguardo de las rocas , buscar agua es mas seguro que la tendencia natural que tenemos a acercarnos lo mas cerca de la costa posible , el enemigo del barco no es la mar es la tierra.

estos post son muy buenos porque nos permiten escarmentar en cabeza ajena , lo que nos ha pasado ya no tiene remedio

que por lo menos sea util para otros.

un saludo.

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Hola,

Yo sólo he tenido dos malas experiencias, las dos con el mismo patrón, también es con quien más he navegado, aparte de conmigo mismo y mi mecanismo, claro.

Hace tres veranos en el barco de este amigo, a 45 millas de puerto, cambiando de zona de pesca del riñón a los cables, 22 nudos, y como afortunadamente íbamos algunos ojo avizor en el fly buscando actividad, vimos una red a la deriva medio sumergida y poco visible en la proa. Cuando dimos la voz de alarma, el patrón paró las máquinas justo a tiempo para que la red sólo se enredara en una hélice, bastante fuerte pero ya parando. Bueno, nos sumergimos dos con cuchillos, la soltamos, y despacito para el puerto porque del enganchón se dobló un eje y hacía un poco de agua. Llegamos sin problemas y arreglaron la avería, pero hubo cierto acojono.

La segunda, este verano en mi barco con el mismo patrón de invitado, al colocarse no en su puesto habitual de patrón mirando hacia adelante, sino en el sofa del fly mirando hacia atrás, pescando a 25 millas se mareó y puso muy malo por el cambio de orientación, y es una persona con 3 infartos, así que el acojono fue mío por lo que pudiera pasar....corté líneas y máquina a tope hasta el puerto. Afortunadamente se recuperó sin problemas, y aún nos tomamos una copa de cava para celebrarlo!!!

Y gracias a Dios nos he tenido nada más que lamentar, y mucho que celebrar!!

:ok:

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  • 1 mes después...

UNA DE MOTOR DE ARRANQUE

Aproximadamente en el año 1983 salí a pescar con uno de mis mejores amigos en una lanchita. Estábamos a unas dos millas de la costa, si no recuerdo mal frente a Comarruga. En una de la ocasiones que arranqué el motor (unMercury de 40 hp con arranque manual) la cuerda del tirador se rompió. Le dije a mi amigo:

"Mario, se ha roto el tirador... no se te ocurra tocar el botón de paro por que no podríamos volver a arrancar el motor y estamos muy lejos de la costa. Habrá que seguir pescando con el motor en marcha hasta que nos cansemos".

Mi amigo va y me dice...

"No te preocupes Ramón... ¿Cual es el botón de paro?. ¿Este..?"

Y en aquel momento señala el botón de paro, pero acercó tanto el dedo que... coincidiendo con un movimiento de vaivén de la barca (hacía un poco de levante) rozó el botón y el motor se paró...

Se quedó palido, y yo le solté tal sarta de groserias (lo siento mucho Mario, ahora no lo haría) que mi pobre amigo se puso nervioso y, mientras yo renegaba e intentaba ver como poder arreglar el cable, de repente oigo un ruido, miro para la proa y veo a mi amigo hechado boca abajo sobre la borda, sacando medio cuerpo por estribor y remando hacía la costa con la mano derecha.

Hay que decir que mi amigo estaba hecho un mulo, pero es obvio que poco podría hacer con nuestro peso y el peso de la lanchita, que a pesar de ser pequeña no bajaría de los 500 kgs, en medio de aquel levante.

Le invité a levantarse, le pedí disculpas por mi lenguaje, nos hechamos los dos a reir y nos relajamos un poco.

Al cabo de cerca de una hora y media, mi amigo, que además es un manitas, logró hacer un apaño y arrancar el motor.

Hay que decir que por aquella epoca, en invierno, no había demasiadas barcas por aquella zona, por lo que pasamos un poco de apuro.

Este amigo, una bellísima persona, a veces tenía unas ideas que se salían de lo normal, y por este motivo creo que congeníabamos tanto. Solo os diré que era herrero y quería fabricarse un submarino "casolá", y si nuestra otra pasión (nuestras actuales esposas) no hubieran aparecido y nos hubiran impuesto un poco de "seny", creo que lo hubieramos conseguido.

Como yo, era un loco de la pesca (y lo seguimos siendo, pero ahora un poco más domesticados).

En fín, otro día os explicaré más anectodas.

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La verdad , que si es interesante el post. sin ir mas lejos y mi primer pequeño susto ha sido este fin de semana el domingo.

salimos de pobla marina sobre las 12 de medio dia direccion puerto de valencia con buen tiempo, buscando la ricas doraditas,

cuando nos dimos cuenta sobre las 14 horas mas menos pedazo de levante que se levanto y corriendo pa puerto. ja que

podiamos 400kg de peso 25 cv 4t y 4mts de eslora sobre 1 hora de camino de la malvarrosa a pobla marina, nos pegamos una chopada

impresionante, ni un solo barco navegando, bueno un velero que no se si habra llegado todavia.

Enfin que no se si me falta motor o la verdad es que se puso mal la cosa.

Salu2 :love:

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Hace 15 años salimos a unas piedrecillas a unas 3 millas del puerto de almerimar, regresabamos pronto porque comezó a apretar el levante, cuando vemos a lo lejos a una persona en el agua, levantando las manos y dando voces, nos acercamos a socorrerlo y los subimos a nuestra hobby 5 , era un submarinista que habia salido con un amigo en una neumatica, no llevaba boya porque segun nos comento su "barquero" la habia dicho que no le quitaria el ojo de encima. El pobre estaba descompuesto, muy cansado y nervioso, habia perdido una aleta y su fusil, cuando nos acercamos vio a Dios. Su compañero de la neumatica estaba como a 1 milla dando vueltas de pie y no lo localizaba. Lo dejamos en la neumatica y no os podeis imaginar la ristra de insultos que salieron por su boca. Todo quedo en un susto pero podia haber sido una trajedia.

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UNA DE FUEGO A BORDO

Aproximadamente en el verano de 1993. Por aquellas fechas yo tenía alquilado un amarre en el puerto de Tarragona. Yo pagaba el amarre y un tio mio compartía conmigo su barco, una mallorquina de unos 7 mts, equipada con mástil y juego de velas y un diesel de 20 HP. Era una barca ya un poco vieja, pero muy marinera.

Cuando mis hijos todavía eran pequeños, durante el verano procuraba salir a pescar fuera de horas, cuando los peques ya dormían, para que mi mujer no se mosqueara con aquello de que no la ayudaba. Por este motivo una noche, después de acostar a los niños y cenar nosotros, a eso de las 12 de la noche le dije a mi mujer que me iba a pescar unas horitas. A ella no le gustaba demasiado que me fuera solo, pero yo quería aprovechar las horas "libres" de guardia, por lo que fuí hasta el puerto de Tarragona, encendí el motor y me fuí mar adentro.

Como la noche estaba muy cerrada y el agua un poco movida, decidí quedarme a sotavento de uno de los grandes buques mercantes que esperaban pasar la noche allí, ya que así me protegerían de las olas, (ya lo había hecho otras veces). Estaría entre una y dos millas del puerto, sobre un fondo de quizás unos 60 mts. Me puse a sotavento del buque, tiré el ancla, paré el motor... y de repente, en el silencio de la noche y en plena oscuridad, oigo como un chisporroteo cada vez mayor a la altura del tambucho del motor. Mosqueado, levanto la tapa del tambucho... y al hacerlo entró una bocanada de aire fresco al compartimento del motor y aquello, que por lo visto había ido "combustionando" lentamente por falta de óxigeno, explotó en una deflagración que me tiró a la popa y poco me faltó para irme al agua. Afortunadamente, a pesar de ser verano, como era de madrugada y hacía mal tiempo iba tan abrigado que la ropa me protegío de la deflagración y solo me "sucarrime" las cejas.

Como pude, apurando el máximo por la borda de estribor para alejarme de las llamas logré meterme en la cabina y coger el extintor. Me faltaba el aire, pero no por el humo, si no por el miedo. Vacié el extintor por completo, desde cierta distancia, hacía el interior del tambucho, con lo cual las llamas prácticamente se apagaron. Gracias Dios que soy un exagerado y llevaba un extintor enorme (Ahora también los llevo, y por partida doble). El extintor, en un alarde de estupidez, lo tiré al mar, enfadado por que no daba más de sí. A continuación, me asomé al tambucho... para descubrir con horror que todavía quedaban conatos de llamas en numerosas partes del compartimento motor, especialmente en las zonas más angostas, y que donde no habían llamas habían rescoldos al rojo vivo que chisporroteban amenazadores. Si antes no tenía aire, ahora ya es que me asfixiaba la angustia. Lo único que se me ocurrió fué bajar de golpe el tambucho, y aquello creo que me salvó, al limitar de nuevo el suministro de aire fresco.

Acto seguido me fuí para la radio y contacté con el marinero de guardia del puerto. Estaba tan nervioso que no respiraba bien y al hablar me ahogaba, con lo que no podía terminar las frases. Patético.

El marinero me contestó que se quedaba a la escuha por si necesitaba ayuda, pero que intentara ver si el motor arrancaba, pues de hecho no estaba a más de 1,5 millas del puerto.

Temblando, libré el cabo del ancla hacía el fondo, pues no me veía en aquella situación cobrando, a mano, 75 metros de cabo y un ancla de 10 kgs (craso error, si el motor no hubiera arrancado me hubiera quedado a la deriva). Presioné el contacto de encendido... y el motor arrancó con normalidad, como si no hubiera pasado nada.

Con el tembleque que llevaba en mis manos, creo que el timón vibraba más que el motor.

Mientras me dirigía a puerto oía por radio que la cruz roja, que supongo había oído la conversación, intentaba contactar conmigo. También una patrullera de la Guardía Civil me solicitaban les confirmara mi posición exacta. Les dije a todos que muchas gracias, pero que estaba a medio camino del puerto.

Quería abrir el tambucho para ver si el fuego se había extinguido, pues parecía que el humo que salía por las rendijas se había parado, pero no me atrevía por si con ello entraba aire fresco y revivía el fuego.

Cuando entré al puerto se me abrió el cielo, pero los antiguos pantalanes estaban al fondo de la zona de pescadores, por lo que aún tenía cerca de una milla más hasta el amarre.

Cuando por fín llegué me estaban esperando los dos marineros de guardia.

Intenté bajar la velocidad (Había estado en todo momento al máximo de revoluciones) pero la palanca del gas estaba agarrotada. Después probñe a accionar el tirador de paro del motor, pero tampoco respondia.

Me puse a dar vueltas en círculos frente a los amarres. Intenté contactar con los marineros por rdio, pero ya no funcionaba. De hecho, excepto el motor, ya nada funcionaba.

Me acerqué más, y a gritos les expliqué lo que sucedía.

Ellos me decían: "Abre el compartimento del motor y corta el gasoil". Pero yo no tenía ninguna gana de levantar de nuevo el tambucho del motor.

Al final, sin poder bajar las revoluciones del motor (calculo que iría a unos 9 nudos de velocidad) me tiré de proá al muelle.

El topetazo fué más que considerable y me caí rodando por la bañera (llevaba la caña desde la popa).

Cuando me levanté, un marinero había saltado a bordo y estaba levantando el tambucho mientras el barco se alejaba lateral al muelle. En el compartimento ya no se veía fuego, solo quedaban rescoldos y brasas. Arrancó el tubo del gasoil y me dijo. Aparta el barco del muelle y rezemos para que el gasoil no prenda. Apenas dijo esto el motor se paró, y con la ayuda del otro marinero lo acercamos al muelle.

Os aseguro que fué una noche de espanto. Una experiencia que no le deseo a nadie.

Al día siguiente el mecánico vino a ver el barco y reconstruyó lo sucedido.

El cable de la palanca del gas, debido a un roce superficial pero contínuo con un cable que se conectaba a la batería se peló, acabó deteriorando la espiral metálica protectora y finalmente hizo contacto y acabó ardiendo.

El fuego, que en primera instancia fué solo una combustión lenta como las de las piras carboneras, se propagó fácilmente y quemó toda la instalación eléctrica, el cableado, las espumas insonorizadoras, los refuerzos de la estructura de soporte de la bañera (suerte que no cedió), así como todos los accesorios y equipamientos que llevábamos en la sentina.

Por lo visto, mientras los cableados se mantenian calientes todavían permitieron el deslizamiento del cable de la palanca del gas por su interior, pero al enfriarse se fundieron en una sola pieza y esto fué lo que impidió que pudiera cortar gas. Lo mismo le sucedió al cable de paro del motor.

Espero que mi experiencia os sirva de algo. A mi me sirvió de mucho.

Editado por Ramón Plana
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Bueno voy a contar una que me paso... no tiene tanta emocion como muchas que he visto por aquí pero denota cosas que hay que evitar...

No recuerdo bien la fecha pero ya hace seguramente mas de 15 años cuando mi antes novia y ahora mujer me acompaño en mi barquita 3,80 zodiak mkii creo y motor 15cv ha hacer pesca sub en el cabo de Santa Pola. El dia era explendido (creo recordar que era verano o principios de este), el caso es que el dia empezo fenomeno, localice unas piedras y tire el hierro... salte al agua y mi mujer se quedo abordo, no cogi la boya dado que pensaba estar merodeando por las cercanias del barco, dado que el pedregal era intenso en esa zona...

Al poco rato de estar pescando divise un mero en una roca... ahi bajo yo a por el preciado ejemplar... pero estaba en una cueva que no era muy grande, decido dispararle justo en la frente y zas... le doy pero la punta del rifle y el propio mero se quedan encajados... pensé yo "no hay problema... bajo y lo saco..." pues baje una, dos, tres, cuatro, cinco, seis etc.. veces sin ninguna recompensa... la profundidad no era excesiva unos 9 metros pero la veces empezaban ya a cansarme...

Por otro lado no podia dejar de mirar al suelo dado que el rifle aunque flotaba estaba a pocos metros de el y si me movia del sitio podia perderlo... Asi que asome la cabeza del agua y grite a mi mujer "Mari trae la boya...." pensando que, dado que era verano ella se tirara y me acercara dicha boya... el caso es que vuelvo la cabeza bajo el agua y sigo intentando desenrocar el bicho...

Cuando al poco tiempo asomo la cabeza del agua, miro y la barca ya no estaba... 200 metros mas aya la divise y mi mujer estaba intentando que aquel 15cv con tirador arrancara... Empezaba a soplar en ese momento un leveche de la zona que era mas que incomodo...

Vuelvo a intentarlo.... vuelvo a subir y el barco a 500metros... cuando caigo en la cuenta que mi "amada esposa" (otros pensamientos recorrian mi cabeza en ese momento) quito el hierro antes de arrancar el motor, dado que al principio de todo, el barco no estaba a mas de 40 metros de mi....

El caso es que sigo esperando que se obre el milagro y mi mujer arranque el motor con el tirador... pero nada, cada vez mas lejos, yo en un compromiso...

a) pierdo el mero, el rifle y la poca dignidad que me quedaba y voy a por el barco

b) espero que tarde o temprano arrancara... y asi no pierdo nada...

El caso es que en esta dualidad me encontre durante algunos minutos en los cuales el viento se multiplico por 4 en fuerza... y ya casi el barco estaba a una distancia suficiente para decidirme a dejar el mero y lo demas...

Asi que me voy nadando hacia el barco (con las aletas de bucear y mi juventud no seria gran problema) pero al cabo de 15 minutos mi juventud y mis ganas de nadar no hacian que la distancia menguara... tras 20 minutos empiezo a cobrar algo de espacio y tras 30 minutos detras del condenado barco lo alcanzo... gracias a que mi mujer volvio a tirar el ancla sino jamas lo hubiera conseguido...

Despues de tantas bajadas y de los 30 minutos estaba con las fuerzas al minimo... asi que pongo en marcha el motor ("esto que las mujeres pueden arrancar motores y ser igual que los hombres antes no existia por lo visto jejej...") y me dirijo donde mas o menos estaba el rifle ni que decir tiene que nunca jamas lo volvi a ver ni a el ni al mero del cual seguramente solo quedo la raspa.... pero perdi un tiempo precioso buscandolo... y el pequeño leveche se convirtio en un gran problema para mi pequeña embarcacion... q veia como las olas pasaban por encima de ella y embarcaba agua hasta mitad de las piernas, pero como se sabe, si Cousteau tenia ese tipo de barcos no era pq se hundian.

Poco a poco llegamos a puerto con agua hasta en el ojete y eso que lo tenia muy apretado...

En fin, historias que hacen que ahora nos tomemos mas en serio el mar y sobre todo arrancar antes de subir el hierro, sea donde sea....

Sorry por el ladrillo... XD

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UNA DE ANCLAS PERDIDAS

Hará unos 8 años, con una Aria Yats, nos fuimos a pasar la mañana en una calita de Gerona llamada Aigua Xelida aprovechando que aquel verano, cosa rara, a mi la familia le apetecía salir en barca.

La barca era nueva. Era la segunda vez que la sacábamos. A media mañana y con la barca anclada, mientras yo hacía un poco de submarinismo por los alrededores, mi mujer y mis hijos tomaban el sol en popa. De repente, en uno de los vistazos que iba dando periódicamente haci ala barca vi que me llamaban a grito pelado... ¡Y que la barca se iba contra las rocas¡.

Llegué justo a tiempo de encender el motor y os aseguro que la popa ya estaba a menos de un metro de las rocas, movida por el oleje, no demasiado fuerte pero sí constante.

Pensé que había garreado, pero en un fondo de rocas era muy extraño. En seguida comprobé que el ancla se había perdido. Resultó que el pasador del mosquetón se había soltado. Nunca me había ocurrido nada parecido, y después averigué que el pasador lleva un agujero precisamente para pasar un alambre de seguridad con el fín de que no se suelte.

Desde entonces siempre se lo pongo, pero el que me vendió el barco también lo podía haber hecho y me habría ahorrado el susto a mi y a mi familia. En fín, una experiencia más. Por cierto, el ancla la recuperé gracias a un Francés que, supongo que sin darse cuenta de lo ocurrido, la vió "allí abajo", fué a por ella y ya se la estaba llevando cuando fuí nadando a reclamársela después de tirar un rezón de respeto.

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  • 4 semanas despues...

UNA DE DESPISTES

Este post se ha quedado dormido, así que ahí va una de risas: Una tarde de verano, hace la tira de años, cuando mi barrigón medía medio metro menos que ahora, salía con un gran amigo, Gines, en su pequeña neumática a pescar con volantín. No recuerdo donde estábamos, pero si recuerdo que, como ya teníamos previsto, se nos hecho la noche encima. Era una noche muy cerrada, con nubes bajas y no veíamos nada. Cuando quisimos marcharnos, ya de madrugada, el puñetero motor no quiso arrancar. Al final mi amigo, que estaba muy en forma, decidió ponerse a remar (Estábamos bastante lejos). Como remaba de espaldas, me pidió que le fuera guiando. Yo me guiaba por las luces de una casa que intuía a lo lejos, y tenía que ir rectificándole por que Gines perdía el rumbo constantemente. Y él se mosqueaba por que me decía que era yo que lo liába a él, lo cual yo negaba argumentando que me guiába por la luz de la casa. Le pedí que me dejara remar a mi y que él me guiara, pero no quiso, por lo que seguimos el remando y yo guiando, rectificando cada cierto tiempo el rumbo que invariablemente, sin motivo aparente, se invertía.

Cuando mi amigo llevaba casi dos horas remando y finalmente logramos acercarnos un poco más a la playa pude comprobar que las luces de la casa que usaba para guiarle eran en realidad las luces de un tractor que estaba limpiando la arena... 3 kms playa arriba... 3 kms playa abajo.... Cuando se dió cuenta que lo había estado haciendo dar vueltas como un tonto Ginés me quería hacer el HARAKIRI. No pescamos mucho, pero nos reimos la tira (Ginés quizás un poco menos... Ja, ja, ja.... ). Gines... que gran compañero eres.... lástima que la vida nos separe con sus obligaciones.

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LADRONES AFICIONADOS

Aprovechando que este post tienen pocas aportaciones os explicaré otra anéctoda que quizás os resulte graciosa, para compensar las malas experiencias.

En esta ocasión fui a bucear frente a la playa de Altafulla con mis amigos Ginés y Mario cuando tendríamos unos 19 años. Fuímos en la pequeña neumática de Gines. En un fondo de unos 15 mts nos encontramos con una cuerda y decidimos seguirla. Al final de la cuerda nos encontramos, enmarañadas, media docena de nasas vacías. No recuerdo de quien fue la idea, pero cuando me quise dar cuenta estábamos cortando los cabos y subiendo las nasas perdidas a bordo de la neumática.

Os aseguro sinceramente que los tres dábamos por sentado que las nasas estaban abandonadas por el hecho de estar enmarañadas, sucias de incrustaciones y sin señalizar.

¿Podéis imaginar a tres pirados equipados con botellas sobre una pequeña neumática de 3,5 mts y seis nasas enormes encima?

No veíamos absolutamente nada. Gines se puso en popa para pilotar la nave, Mario se puso en la mismísima proa para indicar hacía donde girar, pues Gines no veía nada más que nasas, y yo simplemente intentaba no morirme de un ataque de risa ante aquella situación. Cuando llegamos a la playa, en pleno mes de agosto, la gente es que se petaba al vernos.

Lo bueno fue que alguien de la playa nos conocía a nosotros… y también a los dueños de las nasas, pues al mediodía, cuando estábamos haciendo el cafetito, se presentaron en casa tres pescadores con muy mala uva exigiendo que les devolviéramos las nasas que les habíamos robado. Éramos muy jóvenes y no quisimos discutir con ellos, por lo que se las devolvimos de inmediato. Quisimos explicarles que estábamos convencidos que estaban perdidas o abandonadas, pero no atendían a razones. Lo peor fue que, ante mis padres, quedamos los tres como unos piratillas del mar, lo cual no se ceñía a la realidad. La verdad es que aquellos pescadores fueron muy groseros y mal educados, e incluso al final, cuando ya tenían las nasas, nos llegaron a amenazar de muerte si volvían a vernos por la zona. “Si los vemos, les pasaremos la quilla por encima..” En aquel momento, mi padre ya no pudo aguantar más y los echó de casa a gritos.

Ahora miró atrás y estoy seguro que aquellas nasas se las debió llevar un temporal, ellos ya las daban por perdidas y cuando se enteraron que las habíamos encontrado quisieron recuperarlas de la única forma que sabían, es decir, con mala leche, para evitar que argumentáramos la posibilidad de quedárnoslas.

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