Hola Nemo, aqui tienes mi pequeño relato.
Empecé con el curri de fondo el pasado noviembre, ayudado por un amigo que tiene una tienda de pesca. Después de varias salidas sin tocar nada y muchas enrocadas, consegui el calibraje que te da la experiencia. En diciembre clavé mi promer dentón de 1 Kl. a 14 metros, después llegó un nero (Mero chico) de 700 gms. un par de arañas, todo esto en 7 o 8 salidas. Pero veia que mis pequeñas capturas eran mínimas y de poco peso. Entonces, por arte de magia navegando por Interner tuve la increible suerte de conoceros a los maestros de curri de fondo. Esto enseguida me abrió los ojos, cambié la plancha por una de mejor, puse el arbol de navidad y compré por internet los Halco Sorcerer.
Mi mujer empezaba a dudar de mi, me decia; tu vas a pescar o que?, te tiras horas y casi no vemos pescado . Un precioso sábado a principios de Abril le digo; me voy a pescar, ella enfadada me contesta; y la familia? y has de pasar más tiempo con el niño. En fin, lo de siempre, ya sabeis. Entonces al día siguiente le planteo la pregunta de otra manera. Cariño, anda mira que día más bonito. Podríamos dejar el niño con la abuela y darnos un paseo por el mar, así tomas un poco el sol y te pones morena. Je, je je!!!!........... coló y salimos. Yo ya sabia que soltaría el curri pero tenia que disimular, que no se vieran mis vcerdaderas intenciones. A los 30 minutos le hable de vosotros, del foro, le conté que sacabais increibles dentones y ella me propuso probarlo. Todo me extaba saliendo a la perfección.
Me acerqué a un fondo de 45 metros donde mi padré me dijo que los pescadores de palangre solian sacar dentones y solté tod mi nuevo aparejo conseguido con vuestros consejos. Era mi estreno. No pasaron ni cinco minutos y la caña perdió su flexión por la fuerza de la plancha y enpezó a sonar suavemente la caraca. Aun no sabía si era un pez y una enrocada. Pero al segundo de sostener la caña entre mis manos me di cuenta que no era broma. Al principio daba potentes cabezazos, bajé el freno para que no rompiera. Pero al los pocos segundos ya empezó a rendirse y a los 3 o 4 minutos empecé a ver el precioso resplandor que se acercaba a mi barco. Entonces gancho y arriba. Abrazo fraternal con mi mujer, saltos de alegría y emoción, mucha emoción por ver que un sueño se cumplió. Pesó 7,52Kl.
Volvimos directamente para el puerto sin volver a soltar, la emoción era mucha. Desde ese dia todo es más sencillo en mi vida. Ahora tengo más "permisos" para salir a pescar.
Espero os haya gustado.
Un abrazo
DENTEX
"Si tú respetas el mar, el te respetará a tí".