Soy aficionado desde los catorce años a la pesca de la trucha y por motivos profesionales vivo en la actualidad en el País Vasco a 50 m de playas y acantilados, concretamente en Sopelana.
Para satisfacer mi hambre de peces me pasé a la pesca en ría. En la ría de Plencia suelo pescar lubinetas con cucharilla giratoria para trucha. Sin embargo esta pesca no me satisface ya que a pesar de que las capturas son frecuentes, rara vez pasan de los 300 grs (este tamaño es legal en río). Necesito emociones más fuertes.
El pasado sábado me acerqué por el pequeño puerto de Armintza y me quedé pasmado cuando vi que un chaval permanecía atento a las olas que rompían en los acantilados con la caña en vertical, sin lanzar, como una estatua, estaba tan concentrado que se diría quería hipnotizar a los peces. De repente, lanzó un pez artificial con potencia y precisión entre dos rocas emergentes y enganchó una lubina de más de medio kilo. Para sorpresa de todos los que paseábamos por el malecón, la depositó sobre la palma de sus manos y haciendo como una cuna con sus manos la soltó por el otro lado del malecón, el que no tiene antepecho.
Un lugareño me comentó que era el único pescador legal, que siempre soltaba los ejemplares pequeños. ¡Uahu!, me dije, eso significa que los hay mucho más grandes.
Inmediatamente coloqué una cucharilla giratoria grande (una Evia del 2 plateada ) y con muy poca convicción me puse a arar la superficie. Después de tres lances me di cuenta que la cosa no era tan fácil. Las olas hacían lo que querían con la cucharilla y la altura del malecón sobre el agua, unos cuatro metros, hacían que el ángulo de la línea fuera demasiado grande para permitirme un buen control sobre el cebo. Mi caña además es de unos 2.50 m, demasiado pequeña, tengo entendido.
Como el lugar era complicado de pescar me metí más adentro en el puerto y me puse a pescar donde las olas rompían contra las rocas pero mucho más suavemente, casi sin levantar espuma, lanzando la cucharilla en paralelo a la orilla. Debajo de mis pies había una pez de unos setenta centímetros muy alargado como una aguja que siguió la cucharilla a escasos centímetros pero que no la mordió. Al de pocos minutos pesqué un diminuto chicharro, de unos cinco centímetros. Y mi sorpresa fue grande cuando al de media hora enganche una buena lubina que pesó 650 gramos en los últimos dos metros del recorrido de la cucharilla. Estoy alucinado y embriagado por esta pesca, nunca pensé que fuera tan fácil.
Como la fiebre ya me ha entrado en el cuerpo, ahora tengo que perfeccionar mi equipo. Quiero comprarme una caña de un poco más de 3 metros y de acción en punta. Mis preguntas son las siguientes:
1.-Veo que las mejores son las de alto contenido en carbono y conexión de enchufe, no telescópicas. Sin embargo, son conductoras de la electricidad, ¿qué pasa cuando se avecina una tormenta? ¿hay que dejar de pescar por si atraemos un rayo?¿Tan peligrosas son? Me parece alucinante tener que dejar de pescar sólo porque se acerque una tormenta. ¿Existe alternativa en fibra de vidrio o este material ha quedado obsoleto y es mejor olvidarlo?
2.-Leyendo este foro parece que un equipo equilibrado para practicar lanzado ligero en cortas distancias, desde la costa, podría consistir en una caña Shimano Technium DF de unos 3 m y un carrete Shimano Sahara 4000FA, o mejor un Shimano Symetre 2500FI. ¿Es aconsejable este equipo?
3.-Otra pregunta: ¿pescando desde la costa, en la espuma que se forma cuando las olas chocan contra las piedras, cuándo se debe pescar, en las dos primeras horas de la pleamar? ¿Las dos horas inmediatas a la bajamar? ¿cuándo?
4.-Como vivo a 50 m del mar, en la playa de Sopelana, ayer me bajé justo después de la bajamar y me metí entre las peñas buscando algún lugar aparente. No pretendía pescar nada, sólo inspeccionar, ya que el mar estaba muy bella, muy tranquila. Lo que me encontré fue muchas rocas saliendo de la superficie del agua y muchas corrientes a su alrededor, también algo de espuma, algas rojizas pequeñas en el lecho y algo de vegetación marina, como hierbas de una altura de 20 o 30 cm. En ese momento la profundidad alrededor de dichas piedras era entre 0.5 m. y 1.5 m. ¿Se supone que con estas profundidades se pueden dar las lubinas grandes (alrededor de un quilo)? ¿suelen estar muy cerca de las piedras donde rompe la espuma?¿pero cuánto de cerca, pegadas a ellas abajo o en los alrededores, a dos o tres metros? Es decir, ¿tengo que lanzar muy ceñido a las rocas, como a medio metro o un metro de ellas?
5.-El agua estaba clarísima, me supongo que eso es fatal para pescar, lo mejor sería que estuviera un poco turbia.¿no?
6.-Me supongo que la cucharilla se lanza después de que la ola ha pegado contra la roca, ¿no es así?
Bueno, probablemente son muchas preguntas y todas de principiante pero seguro que algún experto con mucha paciencia me puede aclarar mis dudas con facilidad.
Un saludo a todos.
