Creo que el cometido que me trasladas puede ser complicado por mi excasa experiencia, aunque puedo explicar la mía, lo que no quiere decir que sea la buena, ni que sea la más correcta, así que cada uno cuando lo lea, saque sus propias conclusiones :
En un principio lo más complicado es el tema del transporte, te imaginas con cañas, carretes, señuelos y mil y una cosas que quieres meter en un avión y luego piensas, ¿podré? ¿me van a dejar?. Ahí empieza la búsqueda.
Las cañas:
Según convenio IATA (ojo no todas las compañías están adscritas) están consideradas como material deportivo (si se entra en la página web de la línea aérea se puede consultar, que cosas podemos transportar), bueno, sabido que sí se puede, éstas viajaran en nuestro avión, pero en "bodega", es decir, debemos facturarlo. En mi caso, facturé 6 cañas dentro de un tubo de viaje (de la marca plano) y no hubo problema con las medidas (seguro que los que habeis viajado, habeis visto alguna vez, gente que quiere facturar skis, planchas de surf, ... es decir, material más voluminoso).
En mi caso, además de la seguridad que da el material del tubo, envolví una por una, las cañas con "bullpack" (el plástico de las bolitas de aire, tan divertido que las apretas y explotan), de forma que no recibiesen golpes entre ellas, con el riesgo de romper alguna anilla. Importante, cambiar los pasadores de obertura por "candados" y una etiqueta indeleble, con mis datos personales, si no llegan, por lo menos que me las devuelvan a casa .
Existe la posibilidad de asegurarlas, pero yo me arriesgué y no lo hice, afortunadamente no hubo problema, pero que se sepa que existe, otra cosa es cuanto vale.
Como se trata de material facturado, forma parte del equipaje general, así que ojo con los 20 kilos máximos de los billetes standard, el sobrepeso se paga a precio de oro. Si nos lo intentan facturar en España, la cosa está un poco jorobada, pero si pasa en algún país extranjero, no demasiado desarrollado, siempre queda la excusa de volver a pedir el billete para comprobar el peso y poner un billete dentro, pidiendo que vuelva a revisarlo. Tema a juzgar por cada uno, (yo solo lo apunto)
Carretes:
A mí me dió mucho "yu-yu" meter en una maleta tres Saltigas y facturarlos, así que destiné una parte de mi mochila de mano, para llevarlos pegaditos a mi piel, junto a la cámara de fotos. Pese a la cara de sorpresa de los controladores de los rayos X, pasaron todos los controles y me acompañaron en cabina, haciendo muy plancentero el vuelo.
Señuelos, anzuelos, herramientas y otros objetos punzantes y de corte:
Que a nadie se le ocurra intentar meterlos en cabina, han habido casos de tener que dejarlos en los controles, por no haber tiempo para facturarlos con el resto de equipaje o que se han quedado en tierra, para salir facturados en el próximo vuelo, que según destino, puede ser a la siguiente: jornada, semana, mes, ... y como nádie se queda a pescar en el aeropuerto, volver cada día a ver si ha llegado es una ....
Luego a rezar que todo llegue en perfecto estado y la cara de alegría, cuando llegas a destino y ves salir un bazoka por la cinta, casi te caen las lágrimas de alegría.
Sobre la elección de materiales, etc... (seguiremos ...) pero seguro que hay gente que lleva más viajes a sus espaldas y tienen más cosas que contar
Saludos