Hola Javier. Me alegro de volver a saber de ti. La mala experiencia que tuve en una ocasión fué que un dia de nubes, se estaban cogiendo atunes (te hablo de hace más de 20 años) y no pude resistir la tentación y salí. Hacia media mañana, empezaron unos relámpagos y truenos y entonces decidí volver a puerto. Estaba a unas 4 millas de tierra cuando empezó a diluviar, hasta tal punto que no se veía la costa, la verdad es que no se veía mas allá de 10-12 metros. Iba sin compás ni por supuesto gps que ni existían. Al mismo tiempo que empezó a llover, comenzó un viento huracanado que creía que no lo íba a contar. Las olas se embarcaban por todas partes y la bomba de achique no dejaba de funcionar sacando agua de la sentina. Al cabo de unos 30 minutos (a mi me parecieron 30 horas) empezó a remitir la lluvia y el viento, cuando empecé a ver la costa y me dí cuenta que navegaba paralelo a la costa y ya estaba a la altura de Garrucha dirección Mojácar, por lo que corregí rumbo y volví a Villaricos. Desde entonces, cuando estoy pescando y veo la estela de un avión, se me ponen los pelos de punta. Estas experiencias, no te las puedes imaginar hasta que no las sufres en tus carnes y te aseguro que en esos momentos te pasa de todo por la cabeza. Por ello, recomiendo a todo el que lea este post que cuando no vea el tiempo muy claro, se quede en tierra arreglando aparejos, tomando una cerveza o haciendo cualquier otra cosa. No merece la pena pasarlo tan mal, ya que esta afición es para disfrutar. Si no podemos salir un dia, ya saldremos otro. Nosotros no vivimos de esto y por ello no tenemos que arriesgarnos.
Por cierto, aquel dia, como casi todos, íba sólo, con lo que encima te comes más el coco.
Bueno, corto rollo que ya está bien.
Saludos Javier.