Esto de acuerdo con los dos. Pero dos anécdotas relativas. Un día pescando me pasó debajo de las cañas un buzo. Pillé un cabreo de olé porque, mira que la playa es grande. Empecé a silbarle y darle voces. Cuando se dió cuenta salió y en lugar de responderme con voces o con enfado se dirigió a mi muy educadamente, me dio un par de plomos que había encontrado y me indicó dónde estaba el pescado ¿? Sentí mucha verguí«nza, aunque sé que no había escuchado mis improperios. Me dio una lección.
En cuanto a las artes ilegales. Una noche fuimos a pescar a Adra. Hice más de 100 km (vivo en Granada) y cansados de que no picara nada se nos acercó otro granaíno y nos dijo que había visto echar el trasmallo. Pescábamos a escaso metros del cuartel de la Guardia Civil. Y ante las quejas de este paisano, le respondieron que si el los había visto echarlo. Que se estaban ganando la vida. El barquito estaba a escasos 100 mts. de la orilla. (los camellos no se ganan también la vida? Y qué hacen con ellos? es verdad no me acordaba que los dejan hacer.
Moraleja: hay que demostrar que somos educados, jodidos, pero educados. Aunque siempre nos toque bailar con la más fea