EL NIÑO GORDITO.- Hace ya varios veranos, quedé una tarde con un amigo para salir en su barco, un velero de 12 metros, a dar un dulce paseo. Mi amigo, veterano de mil guerras, acudió con su nieto, que contaba 7 años y andaba sobradito de quilos. La tarde era perfecta y se hicieron las siete de la tarde cuando la sonda nos marcó un fondo de piedra interesante, y mi amigo que es un experto submarinista, y un curioso empedernido, decidió hacer una inmersión. Arriamos velas y nos quedamos pues en el barco a la rosa, el niño y yo, y el amigo desapareció bajo el mar. Todo perfecto hasta que el niño, que además de gordito era inquieto de cojones, en una de sus correrías va y se me cae al agua....Hostias.....pero bueno, sabe nadar, salvavidas a bordo, mar tranquila, agua caliente, escalera de baño...bien sin problemas... Lo tremendo vino cuando al niño, al que le pesaba el culo mas que la cabeza, no pudo subir por la escalera, que al ser de cuerda se le metia por su peso bajo la panza del velero. Probó cuarenta veces y no pudo, al principio nos reíamos, pero a medida que pasaba el tiempo, caía el sol, y nos alejábamos del abuelo en inmersión, se nos fueron apagando las risas y empezaron los nervios. Probé a subirlo con un arnés y no pude, con un cabo imposible, hice todo lo que se me ocurrió, y el niño seguía en el agua, al abuelo ya ni le veía la boya, la tarde se hacía noche y yo sin puta idea de como sacar al niño. Entonces, para acabarlo de empastrar, veo que una patrullera de la GC, nos viene de proa. Yo, sin papeles, el abuelo, pirata en inmersión, el niño, naúfrago. A ver como les explico el circo que tengo montado. Y en el último intento desesperado, animado por mis insultos, justo cuando la patrullera nos llegó, el niño consiguió subir por la puta escalera por la que tantas veces lo había intentado.La benemérita, nos saludó, se fué, recogimos al abuelo y volvimos ya de noche. ufffffff