Un emigrante de Somalia llega a España y es inmediatamente trasladado a Madrid.
En su primer día, decide salir a ver los alrededores de su nueva ciudad.
Andando calle abajo por una de esas del barrio de Lavapiés, para a la primera persona que ve y le dice...
- Gracias señor español por permitirme estar en este país donde me han dado piso y comida gratis, seguro médico y educación gratis, gracias.
La persona sonríe y le responde...
- ¡Lo siento, pero yo soy lituano!
El somalí continúa calle abajo y encuentra a otro que caminaba en dirección opuesta. Le dice,
- Señor español, gracias por este país tan bello que es España.
La persona le responde
- ¡Lo siento, no soy español soy rumano!
El nuevo emigrante continúa su camino y para a la siguiente persona que ve en la calle. Le da la mano y dice,
- Gracias por esta España tan maravillosa.
La persona dándole la mano le dice...
- ¡Muy bien pero yo no soy español,soy marroquí!
El somalí continúa su camino y finalmente vea a una señora bien vestida que le viene al encuentro y le pregunta
- ¿Es Ud. española?
La mujer sonríe y le dice:
- No, yo soy ecuatoriana.
Extrañado y confuso, el somalí pregunta a la mujer
-¿Y dónde están los españoles?
La ecuatoriana le mira de arriba abajo con curiosidad y le responde...
- ¡¡ Espero que currando !!, tienen que mantenernos.
Yo estaba muy feliz.
Mi novia y yo habíamos andado por más de un año, y decidimos casarnos.
Mis padres nos ayudaron en toda forma posible, mis amigos me apoyaban, y mi novia era un sueño.
Solo había una cosa que me molestaba mucho, y era la mejor amiga de ella. Era inteligente y sexy, y a veces flirteaba conmigo, lo que me consternaba.
Un día, la amiga de mi novia me hablo por teléfono y me pidió que fuera a su casa a ayudarle con la lista de los invitados a la
boda.
Así que fui para allá.
Ella estaba sola, y cuando llegue, me susurró que, ya que me iba a casar con su mejor amiga, y tomando en cuenta que ella
tenia ciertos sentimientos y deseos hacia mi persona, y que ya no podía aguantarse mas, y que antes que me casara y comprometiera mi vida a su mejor amiga, quería hacer conmigo el amor una sola vez. ¿Que podía decir?.
Estaba totalmente sorprendido, y no pude decir palabra.
Así que me dijo, 'Iré al cuarto, y si tu lo deseas, entra y me tendrás.'
Admire su maravilloso trasero mecerse al subir las escaleras.
Me levante del sillón y estuve así, de pie, por un momento. Me di vuelta y fui a la puerta principal, la cual abrí, y salí a la calle, me dirigía a mi auto.
Mi novia estaba afuera, Con lágrimas en sus ojos, me abrazo y me dijo, 'Estoy muy feliz y orgullosa de ti. Has pasado mi pequeña prueba. No podía tener a un mejor hombre como esposo'.
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>>Moraleja:
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Siempre deja tus condones en el auto.