FORMENTERA | CARMELO CONVALIA
El patrón mayor de Formentera espera una respuesta de la Administración al considerar que se está acabando con la especie en el Mediterráneo. Los pescadores recriminan la actuación de los atuneros
La Cofradía de Pescadores de Formentera considera que se está produciendo una sobreexplotación de los bancos de atún rojo en el Mediterráneo por parte de la flota de pesca de cerco que en esta época del año faena al sur de Formentera, aprovechando que los atunes vienen a desovar. El patrón mayor, Josep Juan, manifestó que apoyan sin fisuras la decisión del pleno del Ayuntamiento, aprobada el pasado lunes por unanimidad, de solicitar al Ministerio de Agricultura y Pesca una veda o un paro biológico de entre tres y cinco años para esta especie, al considerar que esta actividad pone en peligro su supervivencia. Es más, desveló que antes del citado pleno mantuvo una conversación con el alcalde, Isidor Torres, en la que le expuso la inquietud del sector.
Josep Juan explicó que el problema «no sólo es local», sino que afecta de forma global a la población de atunes: «Según los estudios que conocemos, el atún rojo está en crisis y se está esquilmando; no es normal que en una zona como Balears, donde los atunes acuden a desovar, los espere todo el mundo». A juicio del portavoz de los pescadores de Formentera, este tipo de pesca necesita un descanso y no se tendría que producir ya que «lo lógico sería respetar estas aguas, donde vienen a reproducirse». «Hay que dejar desovar tranquilamente a los atunes para que se puedan reproducir. Es como coger huevos de un nido, no tiene sentido», agregó.
La solución para los pescadores locales pasa por el establecimiento de una veda, «ya que actualmente es de un mes y esto es irrisorio», o bien, como alternativa, «establecer un paro biológico». El patrón mayor señala que las cuotas de pesca establecidas por el organismo internacional que regula las del atún «se están sobrepasando por la flota dedicada a esto y no existe control».
Juan afirmó que, en esta materia, tienen el mismo criterio que los ecologistas, como Greenpeace: «Esto no es sólo un problema de España, debemos adoptar una postura firme entre todos los países implicados», aseguró.