Efectivamente, el primero que me mandaron era también de una foto de "alguien muy interesado en conocerme" y que si quería verla, bla, bla, bla.
En fin, esto me parece una invasión de la privacidad de la gente, nos hemos convertido en meros objetivos mercantiles y da igual ocho que ochenta, dónde queda el derecho a la intimidad, la tranquilidad y todo eso, si te pueden invadir en tu casa, en tu teléfono, en tu móvil y donde sea.
Cualquier día sacamos un pez con publicidad en el lomo.
Una cosa es la publicidad llamémosla voluntaria y que podemos obviar si queremos, en prensa, en televisión, en un foro incluso, para sufragarlo, y otra muy distinta que te toquen las narices hasta por tu propio teléfono.
¡Grrrr!