Un ateo convencido va dando un paseo por el bosque muy metido en sus pensamientos cuando de repente escucha un ruido muy fuerte detrás de él y observa a un gran oso que lo mira fijamente.
Sale corriendo y el oso lo persigue. Unos minutos después, ya sin aliento, el oso atrapa al ateo por detrás y lo derriba, poniéndose sobre el y agarrándole con sus zarpas.
El ateo, muerto de miedo y viendo que iba a morir, grita: ¡¡¡Dios mío!!!
En ese momento el oso queda completamente inmovil, se hace un silencio sepulcral en el bosque y se escucha una voz
- SOY DIOS. TÚ QUE SIEMPRE ME HAS NEGADO, QUE HAS OFENDIDO A LOS CREYENTES CON TUS PALABRAS ¿AHORA ME LLAMAS?
El ateo, muy compungido le dice: - Tienes razón, no sería ético por mi parte pedirte ahora que me salves de una muerte tan terrible a manos del oso, pero Me podías hacer un favor, ¿Por qué no conviertes al oso en cristiano en vez de a mí?
Inmediatamente vuelve el sonido al bosque y el oso comienza a moverse, se separa un poco del ateo y, juntando las dos zarpas, dice muy serio:
- ¡¡¡Señor bendice este alimento que me voy a comer!!!