Desde el 15 de Mayo ha llovido bastante (y más para ser Almería), pero tenía ya ganas de poder actualizar el parte de capturas aunque fuera tarde. Después de un invierno con porras para arriba y para abajo, se me había olvidado lo que era tocar escama en la playa, y como cualquier día que el tiempo acompañaba en el fin de semana me decidí a pasar un rato con las cañas a remojo. Además, tenía unas cajas de catalana del día anterior que o las gastaba... o las tiraba, por lo que no pensaba hacer lo segundo,jeje.
Después del día anterior con viento de poniente, puse rumbo a la playa con intenciones de pillar alguna herrera despistada, ya que el agua estaba algo turbia y el fondo no estaba muy limpio de algas que digamos. Sin embargo, después de año y medio metido en la pesca del surfcasting por fin llegó el día tan esperado por cualquier novato. El puntero comenzó a moverse de forma leve pero con decisión, repitiendo una y otra vez la picada. En un principio pensaba que era un pez ballesta por la forma de la picada, y más aún cuando comencé a recoger. El plomo venía con bastante peso pero no ofrecía apenas resistencia, salvo alguna cabezada no muy fuerte, tal y como me pasó con los ballesta del año pasado. Pensé lanzar la otra caña antes de terminar de recoger pero... prefería recoger el que ya estaba clavado a los posibles que hubieran alrededor!. A pocos metros de la orilla comenzó a luchar por no salir, pero tras varias olas le dí el último tirón para sacarlo a tierra firme cuando no podía creer lo que veía.... ¡era mi primera dorada kilera! No me lo podía creer, el ver aquella dorada enganchada en un anzuelo con una marchita catalana usada para pillar alguna herrera.
Además dió la casualidad de estar con mi hermano y su Canon EOS para inmortalizar el momento de la captura.
No tenía idea de cuanto podía pesar, pero cercana a los dos kilos andaría (como resultó ser al final con 1,700 grs), batiendo mi antiguo record y pasando del kilo y medio.
Unos pescadores que estaban al lado se acercaron y por lo que me comentaron no pescaron nada en todo el día, y la verdad es que esta fué la única picada que tuve en la tarde de pesca.
Por fin cumplí mi objetivo de ver el cubo del decathlon con una aleta saliendo de él, y es que después de todo un invierno sin usarlo me hizo mucha ilusión el verlo con algo más que agua o alguna piedra para que no se lo llevara el viento,jajaja.
Con la ilusión renovada, afronto la primavera-verano con ganas de más, y con la esperanza de que sacar pescado de talla todavía es posible por nuestras costas.
Salu2!
P.D. Disculpas si las fotos salen muy grandes, pero me hace mucha ilusión el ponerlas.