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Ramón Plana

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Todo el contenido de Ramón Plana

  1. Se me olvidaba una de muy buena que no puedo dejar de contaros... Os la podéis creer o no, pero os juro que me pasó tal como lo cuento y es para petarse. Hará unos 20 años (tendría unos 25) venía en moto de una comida y me paro la GC. Había bebido bastante y acababa de hacer un adelantamiento un poco apurado, pero el tipo no estaba realizando controles de alcoholemia y tan solo me cotejó la documentación. Mientras su compañero consultaba algo por radio el me hechó el sermón por que decía que había hecho un adelantamiento incorrecto, pero que como tenía todos los papeles al día no me pondría ninguna sanción. Recuerdo que me dijo muy condescendiente: "Usted ya no es un jovencito imprudente para ir haciendo el tonto, hombre, que ya es un hombre hecho y derecho, comportese como tal y guarde su turno sin imprudencias". Me pareció increible, por que yo ya me veía "empapelado". Al final me dijo que me marchara y me saludó. Aquel hombre fué realmente amable. Yo, un poco tocado, un poco nervioso y un mucho de burro voy y pretendiendo ser también cortés y agradecido con él le suelto: "Gracias.. es usted muy amable", con la mala fortuna que los efluvios del alcohol y los nervios me juegan una mala pasada, se me traba la lengua y le acabo soltando al tipo: "Gracias, es usted muy mmmamable...". Me quería fundir. El tio se gira, me mira y me dice muy serio: ¿Perdón, que ha dicho usted..." Se me suben los machos a la garganta, me aclaro la voz, y procurando poner una cara todavía más seria que la suya repito como el que reza la lección en el colegio ante el resto de la clase; "Que gracias, que es usted muy amable" El tio se me quedó mirando fijamente durante unos segundos como intentando avriguar qu carta estaba yo jugando, me volvió a saludar y me dijo "Buenas tardes, puede marcharse". Me fuí totalmente acojonado, acongojado y humillado por mi torpeza y gilipollez, que por poco me cuesta un disgusto. En fín que le vamos a hacer... cada uno es como es.
  2. Aproximadamente en enero de este año estaba haciendo curri por delante de Barcelona. Decidimos ir en dirección al prat y para ello teníamos que pasar por delante del puerto de Barcelona. No vimos a nadie entrando ni saliendo, así que adelante, si aparece alguien damos la vuelta o recogemos. Cuando estábamos por la mitad apareció de la nada una patrullera que pasó tan cerca de nuestra popa que por poco nos morimos del susto... y naturalmente se nos llevó las cuatro líneas de curri, que empezaron a cantar como locas y a las que tuvimos que cortar la línea antes de llegar al final de los carretes para evitar males mayores. Un GC salió de su cabina y nos miró sonriente. Un amigo que me acompañaba levanto las manos con las palmas hacia arriba y adelante a modo de interrogación, y el GC se encogió de hombros e hizo un movimiento brusco de la cabeza hacía adelante como diciendo ... ¿Que passssa.....?. Yo no quiero entrar en si podía o no pasar por delante del puerto haiendo curri, pero en caso contrario lo suyo era una advertencia o una multa, no aquella agresión que, además, nos podía haber causado algún daño si no cortamos las líneas a tiempo. ¿No se dieron cuenta...? Yo creo que si... Este tipo de actos son los que consiguen que, en lugar de respeto, tengas odio hacía este cuerpo, cuando a lo mejor hay muchos que se merecen aprecio, pero por unos pocos... Otro día podríamos hablar (largo y tendido) de otro tipo de funcionario que tampoco tiene desperdicio y al que se denomina GU (Guardia Urbana), especialmente una nueva plaga femenina, motorizada en pequeñas scotters, que han aparecido ultimamente como las setas, al menos por la zona de Pueblo Seco, y que solo sirven para recaudar dinero para el ayuntamiento de forma descarada y ganarse la antipatia del pueblo llano con su soberbia, mala leche e intolerancia.. pero ahora no quiero alargarme más, otro día ya os contaré un par de gordas a cargo de los recaudadores de la GU.
  3. 13 DE ABRIL del 2008 Llubarrito de 2.200 kgs cogido con un Halcon. Ya empezaba a creer que las lubinas habían desparecido, pero he comprobado que siguen ahí. La verdad es que estas últimas semanas me he dedicado al atún, consiguiendo mis dos primeras capturas gracias a los consejos de los amigos, pues la verdad es que estaba muy verde en este tema.
  4. Ramón Plana

    Malas experiencias

    LADRONES AFICIONADOS Aprovechando que este post tienen pocas aportaciones os explicaré otra anéctoda que quizás os resulte graciosa, para compensar las malas experiencias. En esta ocasión fui a bucear frente a la playa de Altafulla con mis amigos Ginés y Mario cuando tendríamos unos 19 años. Fuímos en la pequeña neumática de Gines. En un fondo de unos 15 mts nos encontramos con una cuerda y decidimos seguirla. Al final de la cuerda nos encontramos, enmarañadas, media docena de nasas vacías. No recuerdo de quien fue la idea, pero cuando me quise dar cuenta estábamos cortando los cabos y subiendo las nasas perdidas a bordo de la neumática. Os aseguro sinceramente que los tres dábamos por sentado que las nasas estaban abandonadas por el hecho de estar enmarañadas, sucias de incrustaciones y sin señalizar. ¿Podéis imaginar a tres pirados equipados con botellas sobre una pequeña neumática de 3,5 mts y seis nasas enormes encima? No veíamos absolutamente nada. Gines se puso en popa para pilotar la nave, Mario se puso en la mismísima proa para indicar hacía donde girar, pues Gines no veía nada más que nasas, y yo simplemente intentaba no morirme de un ataque de risa ante aquella situación. Cuando llegamos a la playa, en pleno mes de agosto, la gente es que se petaba al vernos. Lo bueno fue que alguien de la playa nos conocía a nosotros… y también a los dueños de las nasas, pues al mediodía, cuando estábamos haciendo el cafetito, se presentaron en casa tres pescadores con muy mala uva exigiendo que les devolviéramos las nasas que les habíamos robado. Éramos muy jóvenes y no quisimos discutir con ellos, por lo que se las devolvimos de inmediato. Quisimos explicarles que estábamos convencidos que estaban perdidas o abandonadas, pero no atendían a razones. Lo peor fue que, ante mis padres, quedamos los tres como unos piratillas del mar, lo cual no se ceñía a la realidad. La verdad es que aquellos pescadores fueron muy groseros y mal educados, e incluso al final, cuando ya tenían las nasas, nos llegaron a amenazar de muerte si volvían a vernos por la zona. “Si los vemos, les pasaremos la quilla por encima..” En aquel momento, mi padre ya no pudo aguantar más y los echó de casa a gritos. Ahora miró atrás y estoy seguro que aquellas nasas se las debió llevar un temporal, ellos ya las daban por perdidas y cuando se enteraron que las habíamos encontrado quisieron recuperarlas de la única forma que sabían, es decir, con mala leche, para evitar que argumentáramos la posibilidad de quedárnoslas.
  5. Una biodramina (con cafeina) que debes tomar media hora antes de embarcar. Y hasta que no te empieces a acostumbrar (por que te acostumbrarás y dejarás de marearte si sales a menudo) no pares el barzo si el mar no está como un espejo, pues lo que más marea es el movimiento lateral que hace la barca cuando está parada y el mar movido. Haz curri para que no tengas que parar.
  6. Ramón Plana

    Malas experiencias

    UNA DE DESPISTES Este post se ha quedado dormido, así que ahí va una de risas: Una tarde de verano, hace la tira de años, cuando mi barrigón medía medio metro menos que ahora, salía con un gran amigo, Gines, en su pequeña neumática a pescar con volantín. No recuerdo donde estábamos, pero si recuerdo que, como ya teníamos previsto, se nos hecho la noche encima. Era una noche muy cerrada, con nubes bajas y no veíamos nada. Cuando quisimos marcharnos, ya de madrugada, el puñetero motor no quiso arrancar. Al final mi amigo, que estaba muy en forma, decidió ponerse a remar (Estábamos bastante lejos). Como remaba de espaldas, me pidió que le fuera guiando. Yo me guiaba por las luces de una casa que intuía a lo lejos, y tenía que ir rectificándole por que Gines perdía el rumbo constantemente. Y él se mosqueaba por que me decía que era yo que lo liába a él, lo cual yo negaba argumentando que me guiába por la luz de la casa. Le pedí que me dejara remar a mi y que él me guiara, pero no quiso, por lo que seguimos el remando y yo guiando, rectificando cada cierto tiempo el rumbo que invariablemente, sin motivo aparente, se invertía. Cuando mi amigo llevaba casi dos horas remando y finalmente logramos acercarnos un poco más a la playa pude comprobar que las luces de la casa que usaba para guiarle eran en realidad las luces de un tractor que estaba limpiando la arena... 3 kms playa arriba... 3 kms playa abajo.... Cuando se dió cuenta que lo había estado haciendo dar vueltas como un tonto Ginés me quería hacer el HARAKIRI. No pescamos mucho, pero nos reimos la tira (Ginés quizás un poco menos... Ja, ja, ja.... ). Gines... que gran compañero eres.... lástima que la vida nos separe con sus obligaciones.
  7. Gracias a todos por vuestras aclaraciones. Todo queda en un susto, aunque de hecho, una vez modificada, no me parece una ley tan mala.
  8. Tienes dos formas de hacerlo. Encargáselo a náutica trepat (importadores de Garmín) o bien teclear en google manual gps map 178, en cuyo caso te saldrán varias personas que disponen de él y podrán ayudarte o orientarte.
  9. Ami también me gustaría mucho ver unas fotos, y todavía más un pequeño relato de tu primera experiencia con el barco y sus correspondientes valoraciones posteriores.
  10. A mi personalmente, en general, me parece una buena ley, por que hay que reconocer que ha veces se pesca más de lo necesario. Aún así, algunos puntos concretos, como el de los carretes eléctricos, me parece una pasada. Y ya no digamos lo de guardar los 200 mts contra cualquier arte de pesca profesional. Esto significa que, con la ley en la mano, mas nos valdría vendernos los barcos, por que la costa de Barcelona y el maresme, por poner un ejemplo, está minada de palangres y redes caladas desde apenas 100 mts de la costa, por lo que es muy dificil, por no decir utópico, salir a pasear y no acercarte a menos de 200 mts de cualquier tipo de arte. Hace dos semanas, haciendo un poco de curri frente Badalona de repente sin darnos cuenta nos metimos entre medio de dos líneas muy largas de corchos blancos (numerados) que no sé si eran redes o palangres, pero nos las vimos y deseamos para salir de allí sin liarla. Aquella m... de corchos apenas sobresalian del agua por una pequeña banderita cada tres corchos y no los vimos hasta que estuvimos encima, pero deduzco que eran profesionales por que llevaban anotaba la matricula del barco. Había una línea apenas a 100 mts de la costa y otra a unos 130 mts, y nos metimos justo por enmedio. Aún a pesar de los que abusan de la pesca deportiva, pienso que los pescadores profesionales hacen mucho más daño que nosotros, especialmente los arrastreros, y en menor medida los palangreros y los trasmalleros que calan tan cerca de la costa. ellos sí que arrasan, por esto me parece poco menos que una burla lo de dejarles 200 mts de márgen.
  11. Ramón Plana

    ESPIGON DE VILANOVA I LA GELTRU

    Yo pesqué allí una aguja el año pasado, es un lugar muy agradable. . Felicidades Golum por tu pesquera. ¿Alguna fotillo...?
  12. Ramón Plana

    Malas experiencias

    UNA DE ANCLAS PERDIDAS Hará unos 8 años, con una Aria Yats, nos fuimos a pasar la mañana en una calita de Gerona llamada Aigua Xelida aprovechando que aquel verano, cosa rara, a mi la familia le apetecía salir en barca. La barca era nueva. Era la segunda vez que la sacábamos. A media mañana y con la barca anclada, mientras yo hacía un poco de submarinismo por los alrededores, mi mujer y mis hijos tomaban el sol en popa. De repente, en uno de los vistazos que iba dando periódicamente haci ala barca vi que me llamaban a grito pelado... ¡Y que la barca se iba contra las rocas¡. Llegué justo a tiempo de encender el motor y os aseguro que la popa ya estaba a menos de un metro de las rocas, movida por el oleje, no demasiado fuerte pero sí constante. Pensé que había garreado, pero en un fondo de rocas era muy extraño. En seguida comprobé que el ancla se había perdido. Resultó que el pasador del mosquetón se había soltado. Nunca me había ocurrido nada parecido, y después averigué que el pasador lleva un agujero precisamente para pasar un alambre de seguridad con el fín de que no se suelte. Desde entonces siempre se lo pongo, pero el que me vendió el barco también lo podía haber hecho y me habría ahorrado el susto a mi y a mi familia. En fín, una experiencia más. Por cierto, el ancla la recuperé gracias a un Francés que, supongo que sin darse cuenta de lo ocurrido, la vió "allí abajo", fué a por ella y ya se la estaba llevando cuando fuí nadando a reclamársela después de tirar un rezón de respeto.
  13. Ramón Plana

    Malas experiencias

    UNA DE FUEGO A BORDO Aproximadamente en el verano de 1993. Por aquellas fechas yo tenía alquilado un amarre en el puerto de Tarragona. Yo pagaba el amarre y un tio mio compartía conmigo su barco, una mallorquina de unos 7 mts, equipada con mástil y juego de velas y un diesel de 20 HP. Era una barca ya un poco vieja, pero muy marinera. Cuando mis hijos todavía eran pequeños, durante el verano procuraba salir a pescar fuera de horas, cuando los peques ya dormían, para que mi mujer no se mosqueara con aquello de que no la ayudaba. Por este motivo una noche, después de acostar a los niños y cenar nosotros, a eso de las 12 de la noche le dije a mi mujer que me iba a pescar unas horitas. A ella no le gustaba demasiado que me fuera solo, pero yo quería aprovechar las horas "libres" de guardia, por lo que fuí hasta el puerto de Tarragona, encendí el motor y me fuí mar adentro. Como la noche estaba muy cerrada y el agua un poco movida, decidí quedarme a sotavento de uno de los grandes buques mercantes que esperaban pasar la noche allí, ya que así me protegerían de las olas, (ya lo había hecho otras veces). Estaría entre una y dos millas del puerto, sobre un fondo de quizás unos 60 mts. Me puse a sotavento del buque, tiré el ancla, paré el motor... y de repente, en el silencio de la noche y en plena oscuridad, oigo como un chisporroteo cada vez mayor a la altura del tambucho del motor. Mosqueado, levanto la tapa del tambucho... y al hacerlo entró una bocanada de aire fresco al compartimento del motor y aquello, que por lo visto había ido "combustionando" lentamente por falta de óxigeno, explotó en una deflagración que me tiró a la popa y poco me faltó para irme al agua. Afortunadamente, a pesar de ser verano, como era de madrugada y hacía mal tiempo iba tan abrigado que la ropa me protegío de la deflagración y solo me "sucarrime" las cejas. Como pude, apurando el máximo por la borda de estribor para alejarme de las llamas logré meterme en la cabina y coger el extintor. Me faltaba el aire, pero no por el humo, si no por el miedo. Vacié el extintor por completo, desde cierta distancia, hacía el interior del tambucho, con lo cual las llamas prácticamente se apagaron. Gracias Dios que soy un exagerado y llevaba un extintor enorme (Ahora también los llevo, y por partida doble). El extintor, en un alarde de estupidez, lo tiré al mar, enfadado por que no daba más de sí. A continuación, me asomé al tambucho... para descubrir con horror que todavía quedaban conatos de llamas en numerosas partes del compartimento motor, especialmente en las zonas más angostas, y que donde no habían llamas habían rescoldos al rojo vivo que chisporroteban amenazadores. Si antes no tenía aire, ahora ya es que me asfixiaba la angustia. Lo único que se me ocurrió fué bajar de golpe el tambucho, y aquello creo que me salvó, al limitar de nuevo el suministro de aire fresco. Acto seguido me fuí para la radio y contacté con el marinero de guardia del puerto. Estaba tan nervioso que no respiraba bien y al hablar me ahogaba, con lo que no podía terminar las frases. Patético. El marinero me contestó que se quedaba a la escuha por si necesitaba ayuda, pero que intentara ver si el motor arrancaba, pues de hecho no estaba a más de 1,5 millas del puerto. Temblando, libré el cabo del ancla hacía el fondo, pues no me veía en aquella situación cobrando, a mano, 75 metros de cabo y un ancla de 10 kgs (craso error, si el motor no hubiera arrancado me hubiera quedado a la deriva). Presioné el contacto de encendido... y el motor arrancó con normalidad, como si no hubiera pasado nada. Con el tembleque que llevaba en mis manos, creo que el timón vibraba más que el motor. Mientras me dirigía a puerto oía por radio que la cruz roja, que supongo había oído la conversación, intentaba contactar conmigo. También una patrullera de la Guardía Civil me solicitaban les confirmara mi posición exacta. Les dije a todos que muchas gracias, pero que estaba a medio camino del puerto. Quería abrir el tambucho para ver si el fuego se había extinguido, pues parecía que el humo que salía por las rendijas se había parado, pero no me atrevía por si con ello entraba aire fresco y revivía el fuego. Cuando entré al puerto se me abrió el cielo, pero los antiguos pantalanes estaban al fondo de la zona de pescadores, por lo que aún tenía cerca de una milla más hasta el amarre. Cuando por fín llegué me estaban esperando los dos marineros de guardia. Intenté bajar la velocidad (Había estado en todo momento al máximo de revoluciones) pero la palanca del gas estaba agarrotada. Después probñe a accionar el tirador de paro del motor, pero tampoco respondia. Me puse a dar vueltas en círculos frente a los amarres. Intenté contactar con los marineros por rdio, pero ya no funcionaba. De hecho, excepto el motor, ya nada funcionaba. Me acerqué más, y a gritos les expliqué lo que sucedía. Ellos me decían: "Abre el compartimento del motor y corta el gasoil". Pero yo no tenía ninguna gana de levantar de nuevo el tambucho del motor. Al final, sin poder bajar las revoluciones del motor (calculo que iría a unos 9 nudos de velocidad) me tiré de proá al muelle. El topetazo fué más que considerable y me caí rodando por la bañera (llevaba la caña desde la popa). Cuando me levanté, un marinero había saltado a bordo y estaba levantando el tambucho mientras el barco se alejaba lateral al muelle. En el compartimento ya no se veía fuego, solo quedaban rescoldos y brasas. Arrancó el tubo del gasoil y me dijo. Aparta el barco del muelle y rezemos para que el gasoil no prenda. Apenas dijo esto el motor se paró, y con la ayuda del otro marinero lo acercamos al muelle. Os aseguro que fué una noche de espanto. Una experiencia que no le deseo a nadie. Al día siguiente el mecánico vino a ver el barco y reconstruyó lo sucedido. El cable de la palanca del gas, debido a un roce superficial pero contínuo con un cable que se conectaba a la batería se peló, acabó deteriorando la espiral metálica protectora y finalmente hizo contacto y acabó ardiendo. El fuego, que en primera instancia fué solo una combustión lenta como las de las piras carboneras, se propagó fácilmente y quemó toda la instalación eléctrica, el cableado, las espumas insonorizadoras, los refuerzos de la estructura de soporte de la bañera (suerte que no cedió), así como todos los accesorios y equipamientos que llevábamos en la sentina. Por lo visto, mientras los cableados se mantenian calientes todavían permitieron el deslizamiento del cable de la palanca del gas por su interior, pero al enfriarse se fundieron en una sola pieza y esto fué lo que impidió que pudiera cortar gas. Lo mismo le sucedió al cable de paro del motor. Espero que mi experiencia os sirva de algo. A mi me sirvió de mucho.
  14. En los dos últimos meses me he encontrado, en Barcelona, con delfines en tres ocasiones a poco más de media milla de la costa. Una a la altura de Badalona, otra frente al puerto de Barcelona y otra frente a la desembocadura del llobregat. En las tres ocasiones se trataba de grupos de, como mínimo, cinco individuos. A mi personalmente encontrarme con delfines me produce una gran satisfación, incluso diría, sin ánimo de pareceros un "pseudo gurú" que me produce cierta sensación de paz. No me preguntéis el motivo por que no sabría argumentároslo. En cualquir caso leí en otro post que el motivo de que se acerquen tanto a la costa es debido a que el ruido de los barcos les desorienta.
  15. Ramón Plana

    ANTIOCHE 700

    FRANSASU Pienso que te has comprado un barco de pesca de lo más duro y eficiente. Yo estuve a punto de comprarlo en el último Salón Náutico de Barcelona, pero en el último momento me hicieron una oferta inmejorable para que me quedara con una Astromar y no me pude resistir. Si no recuerdo mal el motor es un diesel dentro-fuera borda con el que se podía coger unos 25 nudos. No lo he probado, pero creo que es un gran barco para pesca. Si estuviera más cerca de Málaga te pediría que me invitaras a probarlo, por que la verdad es que me quedé con las ganas. Salud y que lo disfrutes mucho.
  16. Ramón Plana

    Malas experiencias

    UNA DE MOTOR DE ARRANQUE Aproximadamente en el año 1983 salí a pescar con uno de mis mejores amigos en una lanchita. Estábamos a unas dos millas de la costa, si no recuerdo mal frente a Comarruga. En una de la ocasiones que arranqué el motor (unMercury de 40 hp con arranque manual) la cuerda del tirador se rompió. Le dije a mi amigo: "Mario, se ha roto el tirador... no se te ocurra tocar el botón de paro por que no podríamos volver a arrancar el motor y estamos muy lejos de la costa. Habrá que seguir pescando con el motor en marcha hasta que nos cansemos". Mi amigo va y me dice... "No te preocupes Ramón... ¿Cual es el botón de paro?. ¿Este..?" Y en aquel momento señala el botón de paro, pero acercó tanto el dedo que... coincidiendo con un movimiento de vaivén de la barca (hacía un poco de levante) rozó el botón y el motor se paró... Se quedó palido, y yo le solté tal sarta de groserias (lo siento mucho Mario, ahora no lo haría) que mi pobre amigo se puso nervioso y, mientras yo renegaba e intentaba ver como poder arreglar el cable, de repente oigo un ruido, miro para la proa y veo a mi amigo hechado boca abajo sobre la borda, sacando medio cuerpo por estribor y remando hacía la costa con la mano derecha. Hay que decir que mi amigo estaba hecho un mulo, pero es obvio que poco podría hacer con nuestro peso y el peso de la lanchita, que a pesar de ser pequeña no bajaría de los 500 kgs, en medio de aquel levante. Le invité a levantarse, le pedí disculpas por mi lenguaje, nos hechamos los dos a reir y nos relajamos un poco. Al cabo de cerca de una hora y media, mi amigo, que además es un manitas, logró hacer un apaño y arrancar el motor. Hay que decir que por aquella epoca, en invierno, no había demasiadas barcas por aquella zona, por lo que pasamos un poco de apuro. Este amigo, una bellísima persona, a veces tenía unas ideas que se salían de lo normal, y por este motivo creo que congeníabamos tanto. Solo os diré que era herrero y quería fabricarse un submarino "casolá", y si nuestra otra pasión (nuestras actuales esposas) no hubieran aparecido y nos hubiran impuesto un poco de "seny", creo que lo hubieramos conseguido. Como yo, era un loco de la pesca (y lo seguimos siendo, pero ahora un poco más domesticados). En fín, otro día os explicaré más anectodas.
  17. Enhorabuena. Espero que en tu casa causaras sensación y te hayas ganado unos cuantos puntos para poder volver pronto a salir de pesca.
  18. Tenéis besugos para toda la familia. Me alegro de saludarte Cristian, felicidades por la pesquera.
  19. Por supuesto... pero es que yo no quería pescar congrios...
  20. VIERNES 22 DE FEBRERO. LOCOMOTORA PERDIDA Para la zona de Barcelona la previsión era ligeramente movida y sin embargo hicimos una salida familiar con dos de mis tios. Mis temores de mal tiempo eran infundados y finalmente tuvimos una tarde fabulosa. El agua como un espejo. Como la previsión inicial era de tiempo más bien pésimo decidimos no alejarnos y estuvimos haciendo curri desde Barcelona hasta la la piscifactoría que hay frente el Masnou desde las 13.30 hasta casi las 6 de la tarde. Porra total. Ni una sola picada en ninguna de las líneas. A última hora decidimos probar a fondo con sardina sobre algunas zonas en las que la sonda me había marcado algo de vida días atrás. Mientras uno de mis tios nos supervisaba, fumaba relajadamente sus cigarritos y nos animaba, el otro no paraba de sacar un un serrano detrás de otro. Yo saqué también un par de ellos, pero después decidí poner al final de mi trenzado un bajo del 0,55 (ya sabéis que yo soy muy garrulo para esto, pero me funciona) y al final del bajo un montaje de tres anzuelos enormes, tamaño "King Size" con hilo del 0,35. Será casualidad, pero nada más llegar al fondo con los nuevos anzuelos note que el montaje se enganchaba. Les dije a mis tios "Nois, ya le he cagat...". Estuve un buen rato intentando desenroscar la caña cuando de repente ésta se arqueó de una manera francamente brutal. Nos quedamos los tres de piedra. Primero no tenía claro que es lo que había sucedido, y tuve que recapacitar un poco... "Si el barco estuviera derivando, aún a pesar de estar como un espejo, el tirón hubiera sido suave, no brusco como este. Pero, no se que..." y otra vez, otro tirón brutal hacía hacía abajo. Esta vez ya no tenía dudas; No estaba enrocada, si no que había algo al final de la línea... ¡Y este algo tenía mucha fuerza y muy mala leche¡. Estuve un rato bien largo intentando que aquello despegara del fondo, pero me era imposible. Finalmente decidí relajar la línea durante unos segundos... y después recojí muy, muy, muy lentamente la linea hasta que intuí que estaba llegando al final y entonces pegué un golpe de riñón y conseguí despegarlo. ¡Ahora sí que luchaba de continuo¡ Me llevó un buen rato subirlo, entre otras cosas por que el carrete que llevaba en esta caña (la más vieja y cutre de todas las que tengo) era de la marca "notifixis" y su freno también debía estar en consonancia. Cada vez que el bicho pegaba una carrera, aún a pesar de tener la bobina totalmente cerrada (jugaba con el arqueo de la caña y de mi propio cuerpo para evitar romper) el carrete cedía y dejaba algunos metros de línea. En otras ocasions símplemente no podía recoger hilo por la tensión existente en la línea. Era alucinante. Finalmente, cuando estaba unos 10 metros por debajo del barco ya le vimos la forma serpentina. ¡Era un congrio enorme que, una vez conseguimos acercarlo a la popa del barco, pudimos apreciar que tenía no menos de 1,5 mts y un diámetro de cuello como el de mis pantorrillas¡ Uno de mis tios aún me recrimina (cariñosamente) no haberle dejado usar el salabre, pero es que meter aquel bicho en el salabre me parecía casi una pérdida segura, pues hace unos diez años ya perdí uno, no tan grande como este, por culpa del salabre, pues al verse suspendido realizó tal suerte de latigazos que antes de conseguir subirlo al barco ya había roto la malla y estaba camino del fondo. En esta ocasión preferí usar el gancho. Con la mano izquierda sujetaba la caña e intentaba acercar su cabeza a la superficie, y con la mano derecha le acercaba el gancho, por detrás, hacía sus branquias, pero el muy c... cuando veía acercarse el gancho pegaba unas arrancadas que poco menos que me tiraban al agua. Le pedí a uno de mis tios que sujetara la caña mientras yo trabajaba el gancho, pero era lo mismo... cuando le acercaba el gancho al congrio éste volvia a retorcerse y mi tio no podía impedir que la puntera de la caña se arqueara de nuevo hacía abajo y él mismo se veía impulsado hacía adelante. Parece mentira como un animal que no pesaría más de 15 ó 20 kgs (por decir algo, pues no estamos seguros de lo que pesaría realmente aquel animal) puede tirar tanto sin tener un punto de apoyo. Es que incluso sin retorcerse (al menos aparentemente) también tiraba como una locomotora. Estuvimos un montón de rato con este tira y afloja hasta que una de las veces en la que casi logré engancharlo, al tocarle la cabeza con el gancho pegó una carrera más fuerte que las anteriores, el carrete llegó a su límite (empezó a ceder línea) y de repente el montaje rompió entre el nexo de unión entre el fluorocarbón (del 0,55) y el montaje del bajo (del 0,35). Es curioso observar como la rotura se efectuó en el fluoro del 0,55 y no después del clip de unión. Esto demuestra que el punto de unión tendría algún defecto o imperfección. La cuestión es que nos quedamos los tres embobados mirando como aquella locomotora se marchaba hacia abajo serpenteando y acordandose de nuestros difuntos, mientras nosotros recuperábamos el aliento, contentos de la experiencia pero decepcionados de no haberla culminado con éxito. Prometemos volver con nilón de 1mm y gameta de acero para ver de completar la operación otro día, pues no creo que a este bicho le moleste demasiado un anzuelo de más o de menos. Siento no disponer de grabación o fotos, pero ya estaba anocheciendo y no tenía ninguna esperanza de sacar nada de interés, por lo que tenía el equipo guardado en la cabina.
  21. Ramón Plana

    CURRICÁN A FONDO

    Xest te parecerá ridículo, pero no había pensado realmente en la posibilidad de un enroque. Gracias por el consejo, creo que al final lo que haré será esperar hasta que pueda comprame uno eléctrico, tipo cannon, pues el manual lo encuentro también caro comparado con algunos eléctricos. Whara, ¿cual de los modelos de Cannon usas?. Ya que dices estar tan contento con él lo hiremos mirando.
  22. Si cojes algas es por que vas muy bajo. En la bocana no necesitas plomar la línea. Te aconsejo un rapala de los normales, que baja sin plomo alrededor de 2 - 3 mts.
  23. Ramón Plana

    Nueva Tienda de Pesca en Barcelona.

    Si no me surge ningún imprevisto yo también estaré allí para conocer de primera mano las novedades, y de paso saludar a los colegas.
  24. PARTE DEL DOMINGO DÍA 10 He salido de madrugada. Como quería volver pronto me he quedado en los alrededores del puerto. Más concretamente frente a Badalona. He probado a pasear mis rapalas sin éxito y en algunas ocasiones, cuando veía pescado en la sonda, paraba motor y a la deriva me dedicaba a hacer jigging durante un rato. Todo infructuoso, pero agradable y relajante. SIRIUS ¿Paseastes tus artificiales justo en la bocana del puerto comercial al atardecer o te quedastes en la playa del Miracle, antes de la escollera? Hay mucha diferencia de resultados de una a otra cosa, o al menos la había hace unos años. Si te lo puedes permitir, pruéba a llegarte a la misma bocana del puerto (al atardecer). Por cierto, si consigues bajar tanto (mencionas los 15 mts) supongo que habrás probado a visitar el BRUT. Es una de barra de rocas y piedras que corre paralela a la costa de algunas zonas de Tarragona, especialmente frente a Torredembarra. Si mal no recuerdo, el fondo era de unos 20 mts. TIPO DE ARTIFICIALES Tengo una colección que no se corresponde con mi cartera y los uso todos, pero Los rapalas que mejor resultado me están dando son el lila y el negro, aunque el blanco con la cara roja me ha dado también muchas alegrias.
  25. SIRIUS No tengo profundizador. Bueno, tengo un par de patines inútiles que tan solo sirvieron para enriquecer al fabricante que los vende y cabrearme a mi el primer día que los estrené y comprobé que no sirven para nada. A la media hora ya estaban en el fondo del cofré, donde se quedarán in eternum. Cuando me vayan mejor las cosas sí quiero comprarme un profundizador, por que en la sonda veo mucho pescado en el fondo. Normalmente no suelo plomar la línea, aunque en algunas ocasiones pongo un plomito de unos 20 grms casi al final de la línea. Suelo dejar, como mínimo, 80 mts de línea, y si es entre semana, que hay pocos barcos, hasta 150 mts, aunque esto ya me costó, hace unas semanas, la pérdida total de la línea, bajos y rapalas de las cuatro líneas cuando curricaneando a la altura del puerto de Barcelona la patrullera de la guardia Civil se me cruzó por la popa y se las llevó las cuatro por delante. No tengo claro si no se dieron cuenta o si, por el contrario, consideraron que no debía hacer curri en aquel lugar y quisieron darme una lección a su manera. La cuestión es que la broma me costó un pastón, por que en pocos segundos se vaciaron los cuatro tambores, que ya tenían unos 100 mts en el agua, y también perdí los bajos y los rapalas. Y aún gracias que corté las líneas a tiempo con un cuchillo o quizás se hubiera partido alguna caña por el latigazo final. XILGUERIN La cámara la tengo sobre un trípode en el interior de la cabina.
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