Un anciano y una anciana se conocen en una fiesta para la tercera edad. Después de charlar un rato, deciden ir a un lugar más tranquilo, estacionan el vehículo y hacen el amor.
Finalizado el acto y mientras volvían, el anciano iba pensando:
– De haber sabido que era virgen, me la hubiera llevado a un lugar más cómodo.
La anciana, sentada en el asiento del copiloto, pensaba:
– De haber sabido que se le levantaba, me hubiese quitado las bragas.
Una pareja de ancianos están en la cama y ella le dice a su marido:
– ¡Pareces un teléfono móvil!
El anciano, orgulloso, responde:
– ¿Vibro mucho?
– No, al entrar al túnel se te cae la cobertura