Como locos y con solo dos cañas, era lanzar esperar 5 segundos y recoger, la lastima es que nos quedemos sin cebo, todo fue en 1,5 hora. Todas superaban los 20 cms y cogimos unos ocho ejemplares que creo que superaban los 30 cms.
La cameta venia hecha un ovillo de hilo, superliada pero daba igual, lanzabamos y a los pocos segundos ya teniamos una enganchada. No queriamos perder el tiempo ni en cambiar el anzuelo.
Todo eran risas y anecdotas, el mejor momento fue cuando mi hermano se puso a lanzar y le cayo el plomo a dos metros de la orilla (dijo me cago en la ....), se puso a recoger para volver a lanzar y me dice "que me acaban de picar" y ya tenia otra engancha. Nos descojonabamos.
Toda la suerte creo que se debe a que se rompio alguna piscifactoria y se escaparón, porque otro motivo no creo que haya.
Saludos y espero que alguno de vosotros pase un rato como el nuestro, vereis lo que es disfrutar.