Salida de pesca a Playa Girón

[carcharodoncarcharias]

Hola!

EL pasado fin de semana salimos a Playa Girón en una jornada de un par de dí­as de pesca deportiva.

Como siempre, el viaje se hizo rápido (2.5 horas desde La Habana). Ha estado lloviendo bastante por allá. Como la costa colinda con el extremo sur de la Ciénaga de Zapata, se podrán imaginar la cantidad de insectos que hay después de tantas lluvias.

Por la carretera se podí­an observar a los pescadores de Catfish (Clarias para los cubanos) intentando llevarse algunas capturas para la casa. Los "cazan" con machetes, metidos en el agua hasta poco más arriba de los tobillos. Como ha habido tantas lluvias, el agua dulce fluye de la ciénaga hacia el mar, pasando por canales que cruzan bajo la carretera en diferentes puntos. Al no ser mucha la profundidad, los "cazadores" de Clarias se paran en los canales, a la orilla de la carretera y esperan que un infeliz pez pase cerca y... Zazzz!: le lanzan un machetazo que a veces los parte en dos. Se capturan de hasta 5 - 6 Kgs (cuando la suerte les sonrí­e).

Estas Clarias no son oriundas de Cuba: algún gracioso las echó una vez en una laguna, de donde migraron hace ´15 - 20 años no se sabe exactamente cómo hacia casi todos los estanques de agua dulce del paí­s. Hoy son una de las especies más difundidas, pues las pobres biajacas y truchas están indefensas ante este gigantesco depredador, del que se dice que come hasta gallinas! robadas de los polleros de las casas de los campesinos.

Bueno: llegamos a Playa Girón. Bastante oleaje. como siempre, nuestro amigo "Niñito" nos acompañó a buscar carnada aun lugar conocido como Caleta "El Sábalo". Metido en el agua hasta el cuello, con una red de mano que sólo él puede manejar en esas condiciones, logró atrapar 10 Kg de la escasa sardina.

Mientras tanto, los tres "pescadores" habaneros nos dedicábamos a tratar de capturar a algunos de los depredadores que suelen merodear en busca de sardinas por aquella playa. El pique no se hizo esperar: mi caña Cormoran se arqueó, sometida a una gran presión en la punta. EL freno del carrete, regulado a tres kilkos, no aguantaba la presión y dejaba salir el sedal a gran velocidad. Hací­a un par de temporadas que no sentí­a eso en la punta de la caña, pues casi todo lo capturado habí­a sido a mano, que no es tan excitante.

Fito y Jorgito: dos de los pescadores habaneros de menos suerte en el mundo...

Desplazándome a lo largo de la costa logré recuperar sedal hasta que se cansó el pez. Entonces empecé a acercarlo a la orilla a fuerza de halones hacia mí­ que ya no eran respondidos. Pude ver el pez en la orilla. Era más chico de lo que me suponí­a. Fito agarró el sedal con la mano, lo haló y sacó uno de estos cuatro jurelitos, que pendí­a en el extremo de mi caña. Aquí­ los llamamos "gallegos", con todo el respeto a los naturales de Galicia que en nada se parecen a estos peces.

El de la foto es mi hijo Fabio. El pobre, no pescó nada ese dí­a

Bueno, puse otro anzuelo y a pescar de nuevo!

De nuevo el pique y otro hermano gemelo del primer galleguito salió del agua. Eso se repitió cuatro veces. A eso de las 8 de la noche nos retiramos para el otro pesquero, donde estaba el resto de nuestros compañeros: Caleta Buena. Ya el frí­o arreciaba. Habí­an como 12 - 13 grados y una humedad que calaba los huesos.

Parecen acabados de salir del presidio! pero no se preocupen, era el frí­o...

Así­ pasó la noche... una de las más frí­as de nuestra vida. Era tanto el frí­o que no pudimos alejarnos toda la noche de una hoguera que hicimos. El olor a madera quemada todaví­a lo tengo en la piel, a pesar de que hace casi una semana que regresamos y que... me baño todos los dí­as!

Para el desayuno tení­amos pescado frito, pescado por nosotros. Le encargamos al Chef (FITO) que preparara este suculento manjar. Aquí­ nos ven...

A las diez de la mañana, ya se nos habí­an quitado las ganas de pescar: Después de una noche al frí­o y sereno, en el morral habí­an sólo 4 gallegos. El resto de las piezas (3 - 4) fueron a parar a nuestros hambrientos estómagos durante el desayuno. No nos quedaba más remedio que comprar pescado en Playa Girón y decir en la casa que lo habí­amos pescado nosotros. Es la única forma de que nos dejen venir la próxima vez nuestras jefas.

Editado Dic 3 , 2005 por carcharodoncarcharias

[A.Rodríguez]

Muy buen relato compañero!

Lastima que no fuera uno de esos dias...

Saludos

Aitor